
El tema está incluido como pista oculta en la versión japonesa de su álbum Lost Dogs, publicado en 2003 por el sello discográfico Epic Records. Éste recopilatorio estaba formado por caras b y versiones que no habían visto la luz, es decir, una delicia para todos aquellos fans que están a la caza de las rarezas después de conocer al dedillo todo lo grabado por Pearl Jam.
He de decir que más que una canción es una confesión muy personal hecha por la voz gastada y profunda de Eddie Vedder, una operación a corazón abierto que retrata el desengaño más rotundo, ese que nos lleva directos al taburete de una barra de bar para beber y olvidar. Con esta canción, Pearl Jam consigue crear una intimidad entre ellos y el que escucha la triste historia, hace que conectes directamente con el sentimiento que transmiten y quizá más de uno sienta que le están relatando un episodio de su propia vida.
Os dejo el vídeo, así que, ya sabéis: dadle al play y disfrutad.